Clínica

El contagio es por vía fecal-oral en un 95%. Luego de su replicación en el hígado, los virus son vertidos en la sangre y el intestino, lo que facilita su dispersión externa; con una concentración máxima en las heces entre 1 a 2 semanas antes del comienzo de los síntomas. En los países en vías de desarrollo, la enfermedad es endémica. La tasa de infección aumenta con la edad.

Es muy contagiosa a nivel familiar y en comunidades de cuidado diurno. En éstas últimas, la diseminación dependerá directamente de la cantidad de niños menores de 2 años y los que utilizan pañales (se han registrado casos de excreción durante 6 meses). En estos lugares, la sintomatologia clásica la presentan los adultos; no así los niños, quienes cursan la enfermedad con pocos síntomas (subclínica) o sin ellos, lo que favorece la diseminación del virus.
Cuando los brotes provienen de una fuente común, el agua contaminada natural o de red, es un vehículo importante de transmisión. Otra es el agua de mar, a través de mariscos y pescados. Los alimentos contaminados son también una fuente de infección.

Los casos originados por transfusión sanguínea son raros. Los viajeros que ingresan en zonas endémicas tienen altas probabilidades de contagio.
El cuadro clínico tiene 4 periodos:
1) Incubación: desde el contacto con el virus hasta la aparición de síntomas. Dura entre 15 a 30 días promedio. La eliminación más alta de virus, se da en las 2 semanas previas al inicio de la enfermedad y disminuye luego de la primer semana de ictericia. No existe el estado de portador del virus de Hepatitis A.
2) Prodrómica: orina oscura, astenia, náuseas, fiebre, cefaleas, dolor abdominal, heces claras, mialgias, prurito, etc.
3) Ictérica.
4) Convalescencia.
La presencia de anticuerpos anti-HAV IgM negativos y/o IgG positivos en suero, son signos de inmunidad duradera por enfermedad o vacuna. Los anticuerpos tipo IgM aparecen con el comienzo de los síntomas y desaparecen hacia los 3-4 meses. Los del tipo IgG, aparecen más tarde y persisten durante años.
La enfermedad clínica no se extiende más allá de 2 meses; aunque en algunos casos se prolonga hasta 6 meses o más.
La infección puede evolucionar de diferentes maneras:
Anictérica (asintomática; común en menores de 6 años)
Ictérica (habitual)
Colestática
Prolongada
Recidivante
Fulminante (1 de cada 1.000 casos)
Sub-fulminante
No existe cronicidad ni portación del virus. El 10% de los casos requiere hospitalización.
En el 25% de los casos no se puede identificar la fuente de infección.